El plan de Restauración Integral del Edificio del Molino (RIEM) se presentó esta tarde en la 45° Feria Internacional del Libro, que se desarrolla en el predio de la Sociedad Rural Argentina.

En el stand del Congreso, ubicado en el número 3131 del pabellón Ocre, un panel de expertos narraron la experiencia de restauración y las obras llevadas a cabo en el edificio porteño.

En primer lugar, el secretario de la Comisión Administradora del Edificio del Molino, Ricardo Angelucci, hizo hincapié en el desafío que significó encarar una obra de tamaña envergadura, sobre todo, por el valor histórico que representa. “Teníamos muchas dudas sobre cómo revertir el deterioro de este edificio emblemático”, reflexionó Angelucci.

Además, destacó el compromiso que asumieron las diversas vertientes políticas para llevar adelante la puesta en valor del edificio.

Y, en relación a las tareas específicas, dijo que “no es simplemente lavar la cara de un edificio, estamos recuperando los bienes patrimoniales culturales e históricos del país”. Por ello, definió al plan de restauración como “multidisciplinario” dado que “desde el primer día trabaja un equipo de treinta restauradores con una pasión infinita”.

Tras el procedimiento expropiatorio por parte del gobierno nacional mediante la Ley N° 27.009 de 2014, se transfirió el tradicional edificio porteño al Congreso de la Nación.

En tanto, la Comisión Administradora del Edificio del Molino, creada por dicha ley, tomó posesión del inmueble y está llevando a cabo con la ejecución del Plan de Restauración Integral del Edificio del Molino –RIEM-.

Por último, Angelucci destacó que “después de 22 años de abandono absoluto, deterioro y saqueo de sus piezas, hoy el Molino es un orgullo indescriptible” por ello “la noche de los museos y el día de los monumentos, fueron hitos para mostrar a la sociedad que vamos en el buen camino”, concluyó.

Desde una visión técnica de la obra, el arquitecto Guillermo García explicó que “el plan rector de restauración se ancla en la nueva teoría patrimonial que aboga por un trabajo interdisciplinar”.
Además, este modo de trabajo “permite el intercambio con la comunidad” y conceptualmente, implica “partir del pasado para plantear el futuro del edificio y su conservación”, sintetizó.

La recuperación integral del Edificio Del Molino, declarado Monumento Histórico Nacional en 1997, incursiona en un abordaje poco habitual de la gestión patrimonial, que contempla la dimensión material e inmaterial de los bienes culturales, desde la diversidad de disciplinas y la pluralidad política, con el compromiso de involucrar la participación de la comunidad.

En tanto, la asesora en patrimonio inmaterial de la Comisión del Molino, Mónica Capano, abordó el significado de los aspectos históricos y las vivencias que contiene el proceso de restauración.
“El Molino fue un lugar icónico, protagonista de la historia argentina de todo un siglo” expresó Capano. Además, destacó que “no hay forma de hablar de patrimonio edilicio sin mencionar los significados presentes que evocan momentos, continuidades y rupturas históricas”.

En esa línea, la especialista, refirió que “muchos ciudadanos aún recuerdan el sabor del pan dulce y de los postres que hacían los trabajadores del Molino”. Y, mencionó grandes personalidades que frecuentaban el lugar en diversos momentos de la historia nacional como “Eva Perón, Nini Marshall o Libertad Lamarque”.

La presentación de este plan rector estuvo moderada por el arquitecto Pedro Delheye y contó con una nutrida concurrencia del público que asistió a la Feria del Libro.