Democracias del Siglo XXI
La situación pandémica del 2020 expandió el proceso de creciente virtualización de las relaciones sociales y lo volvió visible a todas y todos. Ahora bien, ¿qué transformaciones presupone la posibilidad de que gran parte de la población haya reorganizado sus vínculos de manera virtual? ¿Qué efectos pueden esperarse de tamaña reorganización? Dos cuestiones parecen destacarse como objeto para la reflexión. La primera es el territorio: central para la organización estatal de la política, parece perder relevancia frente al avance de la virtualidad. ¿Es esto así? ¿Existen reconfiguraciones en curso de lo territorial en cuanto tal? ¿Puede ser lo virtual un territorio a ocupar? Pero, así como el territorio es puesto en cuestión por la virtualización, la comunicación parece cobrar una relevancia cada vez mayor. ¿Es posible un ordenamiento político basado exclusivamente en la comunicación que se desentienda del territorio? La experiencia reciente de virtualización en el Congreso Nacional (muy reciente para ser pensada y evaluada adecuadamente) es un insumo de la mayor importancia para pensar este fenómeno que se extiende a todos los ámbitos de la vida en común.
Objetivos Generales:En este marco, este seminario se propone reflexionar y abordar un debate a partir de las
siguientes preguntas disparadoras:
- ¿En qué medida lo virtual puede ser considerado un territorio a ocupar políticamente? ¿Cómo sería ese proceso?
- ¿Cuáles son los vínculos entre los procesos de la labor legislativa y la virtualización? ¿Puede regularse eficazmente mediante leyes?
- Teniendo en cuenta la inmediatez en los procesos de comunicación virtual, ¿son posibles/deseables nuevas formas de mediación institucional compatibles con ella? ¿O se configuran como un ámbito de relaciones a-institucionales?