Que los Juegos Olímpicos deben ser una oportunidad para resaltar los valores de la hermandad universal y la fraternidad entre los pueblos. En este sentido, expresa su preocupación por la situación de los derechos humanos y las libertades civiles en China, que han empeorado desde que Pekín fuera elegida sede de los Juegos Olímpicos 2008.

Atento a ello, solicita al Poder Ejecutivo y al Comité Olímpico Argentino (COA) que arbitren todas las medidas a su alcance para que estos Juegos cumplan su cometido y el gobierno chino respete su compromiso de aprovechar el espíritu olímpico para mejorar la situación de los derechos humanos y la vigencia de las libertades civiles en ese país.

Señor presidente:

En el año 2001 Pekín fue elegida sede de los juegos olímpicos por el Comité Olímpico Internacional (COI). En ese momento, los miembros del COI sostuvieron que los juegos olímpicos abrirían una oportunidad para mejorar la situación de los derechos humanos en China.

Lamentablemente, desde que Pekín fue seleccionada sede, las violaciones a los derechos humanos han aumentado sin que se verifique ningún cambio de actitud por parte del Gobierno Chino. Así, continúan las restricciones a la libertad de expresión y de asociación; el control autoritario de los medios de comunicación; y la represión a las minorías religiosas y a los sectores políticos disidentes.

La comunidad internacional se ha manifestado en contra de esta situación adhiriendo a movimientos pacíficos como la Campaña del Relevo Mundial de la Antorcha de los Derechos Humanos; y a través de declaraciones de las instituciones democráticas de sus Estados. Esta Honorable Cámara manifestó su apoyo a la Campaña antes mencionada, y sostuvo que China debía aprovechar estos juegos para mejorar sustancialmente la situación de los derechos humanos (expediente 1144-D-2008). También han emitido declaraciones semejantes la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (expediente 0244-D-2008), el Parlamento Europeo, y el Congreso de los Estados Unidos (resolución 610), entre otros.

A treinta años de la lamentable experiencia del mundial 78, los argentinos debemos exigir que ningún evento deportivo sea utilizado para ocultar violaciones a los derechos humanos y a las libertades civiles.

Por las razones expuestas y siendo coherentes con las políticas de Derechos Humanos que defendemos en la Argentina, se solicita la adhesión y la aprobación del presente proyecto.